lunes, 26 de diciembre de 2011

Rapsodia Bohemia (Parte III de III)

El licenciado Kyle K. Keywhite fue un prominente representante del conservadurismo norteamericano en la década de los setenta. En plena efervescencia por los derechos civiles de las minorías, y cuando el país se aprestaba a entregarse al poder financiero, Keywhite defendía el libremercado en lo económico, y la conservación del orden establecido en lo social.

lunes, 19 de diciembre de 2011

Rapsodia Bohemia (Parte II de III)

Rapsodia Bohemia generó un particular interés por su originalidad, y por una letra compleja y metaforizada. Desde esta tribuna, creemos que la vida privada de Freddie Mercury fue lo que desató en buena parte el desmedido interés por la canción, aunque diversos y presumidos especialistas se esfuercen por teorizar sus prejuicios.

martes, 13 de diciembre de 2011

Rapsodia Bohemia (Parte I de III)

Rapsodia Bohemia es una de la canciones más singulares en la historia del rock. Dentro de sus curiosidades, no posee estribillo e incluye varios estilos, hilvanados con genialidad por los músicos de Queen.
Pero fuera de esa característica extraordinaria, que la transformó en uno de los grandes éxitos de la banda británica, Rapsodia Bohemia generó una intensa polémica en torno al significado de su letra.

lunes, 14 de noviembre de 2011

Indignados y menospreciados

Un cincuentón, disfrazado del Tío Sam, muestra un cartel pidiendo el final de las exportaciones chinas. Otro, con una máscara antigas que le cubre el rostro, se tomó el trabajo de bordar sobre su larga túnica negra una arenga para luchar por la conservación del medioambiente. Un joven está sentado sobre una verja con los ojos cerrados, meditando. Varios sostienen pancartas que piden el final de las incursiones bélicas estadounidenses, mientras pequeñas leyendas advierten sobre el poder invasivo de la CIA y otros rezan por el final de la crisis, en una especie de misa pagana, colorida y llamativa.

miércoles, 31 de agosto de 2011

Respuesta urgente a la locura ciega y vengativa

Corrado Gini fue un tano que ideó una fórmula matemática para medir la desigualdad en el mundo. Con admirable originalidad, el cálculo se llama Coeficiente de Gini, y es vital para extraer datos fundamentales sobre la distribución del ingreso y sus consecuencias.
El lamentable episodio ocurrido con la menor, generó una nueva ola fascistoide, bajo el reclamo de “más seguridad”. Obtusos, pobres, entienden que la única forma de reducir los índices delictivos es mediante la mano dura, al tipo “el que mata muere”, de la prócer Susana Giménez, encontrando argumentos vengativos y del tipo “si yo estuviera en el lugar de esa madre...”. Obvio, cualquiera en el lugar de esa madre pediría las pelotas de los asesinos adentro de un saquito de té para que ellos mismos se lo tomen mientras le rompen el culo con una escopeta.
Pero la Justicia no se rige por la venganza, y está largamente comprobado que la violencia no se reduce con más violencia, sino con Justicia. Justicia no sólo en el sentido estricto del poder judicial, sino en todos los órdenes de la vida. Porque el acceso a los servicios básicos, la educación, la vivienda digna, un sistema de salud, y los miles de etcéteras que se les ocurran forma parte del concepto de justicia. Se llama Justicia Social, un concepto evitado con crueldad por los paladines de la lucha contra la inseguridad, que se refieren a la inseguridad unidireccionalmente: el pobre que le roba al rico.
Curiosamente, unos de los índices para medir de mejor modo la Justicia Social es el Coeficiente de Gini, porque mide la distribución del ingreso (también puede medir la distribución de la riqueza). Es cierto que el ingreso no es el único indicador, ni el más importante, pero en el mundo capitalista en el que vivimos, una distribución equitativa del ingreso implica una mayor igualdad social que si sucediera lo contrario. No en vano los países de mejor distribución tienen mejores índices de desarrollo humano, y los países de peor distribución sufren los índices más bajos.
Pero la distribución también afecta al índice delictivo. Y el índice de Gini (el coeficiente mide entre el 0 y el 1, el índice multiplica esas cifras por cien y las transforma en porcentajes) lo demuestra.
Lejos de las proclamas patéticas y los envalentonados que prometen asesinato pero temen a una mosca, y de los pelotudos que critican porque escuchan y piden sangre porque no les da la cabeza para otra cosa y compran discursos patéticos porque son pelotudos, va la demostración empírica, y muy humilde por cierto.
En el siguiente link se encuentra una tabla del Índice de Gini. Y en este otro, el estudio mundial de la inseguridad de la organización Vision Humanity, que realiza un ranking de países mediante un concepto global de inseguridad: desde los conflictos armados, hasta el crimen organizado, pasando por la tasa de homicidios y hasta el “peligro de un ataque terrorista”.
Sorprendentemente (no tanto, en realidad), los países con un menor Índice de Gini (más cercano a cero es mejor) se encuentran en la cima de los países más pacíficos del mundo. Y viceversa, por supuesto.

martes, 30 de agosto de 2011

Flaco, la culpa es tuya


Seguramente la necesitabas. Querías ver un video, navegar por alguna red social, abrir una página porno, imprimir algo, trabajar, jugar a un juego... en fin, las computadoras hoy en día tienen tantos usos que mencionarlos a todos sería tedioso. El punto es que, no importa el motivo, necesitabas la computadora, pero la muy turra no arranca. Ni siquiera amaga.

martes, 9 de agosto de 2011

Revista digital

Son días de cambio; de nervios internos, pero relajación externa; de reflexionar sobre las verdades del mundo, y mentirse a uno mismo. Son épocas en las que estaría bueno tener mucha plata y salir en la revista Caras para "encontrarse a uno mismo", como dicen los famosos cuando viajan a lugares paradisíacos para estar al pedo.
Pero nosotros, los simples mortales, cuando estamos al pedo nos quedamos en casa, y compramos una Coca con culpa y, ya que estamos, nos mandamos una revista digital. Que más que revista, es un pasquín, o apenas un folleto. ¡Qué sé yo!
En fin, pasen y vean. Acá está el link.

viernes, 8 de julio de 2011

¿Cómo hacíamos antes?

El hombre encuentra un resquicio en el trabajo para enviarle un mensaje de texto a su amigo: “che, ¿te parece si mañana vamos al cine?”.
Su amigo, casi inmediatamente, le contesta: “¿Hay algo para ver?”
“Sí, dan underworld 17, la transformación de los perros. ¡Es una película de hombres, no seas maricón!”.

jueves, 23 de junio de 2011

El hincha, en su versión boluda

Ejercicio de imaginación: nace un chico en Capital Federal. En la década del 80. Por influencia paterna, materna, familiar, de sus amistades, o por gozar con aquellos maravillosos equipos de Francescoli, en sus dos etapas, se hace hincha de River.

martes, 19 de abril de 2011

Gasto o inversión

Cada uno informa como quiere, y lo que quiere. No es un secreto. Pero cuando lo observamos, nos llama la atención, no podemos evitarlo.
En los últimos días, los medios cordobeses se hicieron eco de un informe realizado por la oficina latinoamericana de Moody's sobre la economía provincial.

viernes, 8 de abril de 2011

Doble rasero en estado puro

El periodismo, así como la política, sufre el pecado del doble rasero. El doble rasero es una expresión que se utiliza cuando una persona o entidad manifiesta dos opiniones o reacciones distintas para episodios que guardan similitudes. Estados Unidos, por ejemplo, condenó la represión en Libia, pero calló ante la egipcia. Eso es un doble rasero.

sábado, 2 de abril de 2011

La pelusa en el pupo II

La primera prueba había fallado, la pelusa hallada en el pupo de Bob big Lebowski no coincidía con el grueso pullover que se había puesto para el experimento.

sábado, 5 de marzo de 2011

Las contradicciones de Ben

La contradicción es humana, dijo Alejandro Lerner en su obra cumbre. Y tiene razón. Pero su carácter humano no explica el motivo por el cual la contradicción es tan mal vista por todos. Los programas televisivos de archivos explotan el carácter contradictorio del humano hasta sus límites y lanzan severos juicios sobre este aspecto tan demonizado como irremediable, que explica la máxima televisiva: nadie resiste al archivo. Pero los programas televisivos tampoco terminan de aclararnos cuál es la razón esencial de la polémica que rodea a la contradicción.