martes, 27 de diciembre de 2016

Maluma: el artista incomprendido

Gen Urbano
Maluma la meneó con Cuatro Babys y terminó por clavarla al ángulo de un caderazo. Quizá fue el momento, en una de esas su propio exceso (o el de sus mánagers, publicistas, productores discográficos... etc), pero lo cierto es que su canción fue objeto de numerosas y justificadas críticas, movilizaciones y hasta iniciativas por bajarla de la esfera pública, debido a su misoginia.

Que la música industrial es misógina, no es ningún descubrimiento alumbrado. Mientras la mayoría de las estrellas pop mujeres muestran el culo antes de cantar, los rockeros coleccionan minas en un bodycount lo más público posible.


Mujeres como Janis Joplin fueron crucificadas por una supuesta voracidad sexual, mientras los Mötley Crüe cantando ¡girls, girls, girls! y mostrando culos en un videoclip eran unos capos.

Pero más allá de eso, y de que resulte saludable que el público empiece a reclamar que paren un poco la mano, aunque por el momento se la agarren contra una sola canción, hay veces que los artistas hacen de la pelotudez un arte.

Maluma, al parecer un artista comprometido hasta la médula con su arte, usó Facebook para hacer su descargo, ante tamaña catarata de críticas: "Por una cosa o la otra siempre te van a juzgar, solo haz lo que te salga del corazón, lo que te haga feliz. Si hablaron de Jesucristo, ¿por qué te sorprendes cuando hablan de ti?" (BBC, 7/12/16).

Misoginia
Al parecer, al músico le sale del corazón poesía de hondo contenido humano como “Estoy enamorado de 4 babies/ Siempre me dan lo que quiero/ Chingan cuando yo les digo/
Ninguna me pone pero”.

No cabe dudas de que Maluma hace de la provocación un arte y considera al arte como una provocación, derramando sensaciones profundas sobre el universo y sus secretos en frases como esta: “La primera se desespera/ Se encojona si se lo echo afuera/ La segunda tiene la funda/ Y me paga pa' que se lo hunda”.

También llaman la atención sus cavilaciones sobre el amor, cuando nos dice “Estoy enamorado de 4 babies” y sus traumas existenciales ante la dificultad de una elección, cuando “Ya no sé ni con cual quedarme/ Y es que todas maman bien/ Todas me los hacen bien”.

A veces, la ignorancia del gran público lacera el espíritu de los artistas y los condena a la incomprensión. Quizá los meneos de Maluma no son tales, quizá por Cuatro Babys el artista nos está hablando de algo que comprenderemos en cincuenta años.


O quizá no tiene grandes nociones en anatomía, y el corazón se le bajó un poco adentro del cuerpo, estacionando cerquita del cerebro que, aparentemente, más utiliza.  

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