jueves, 22 de diciembre de 2016

¡En este país falta educación!

(Quino)
“En este país falta educación, por eso estamos como estamos”, “no los educan en sus casas” y un largo etcétera meten a la educación en una ensalada de comentarios hasta deformarla tanto que termina por no ser nada. Todos alguna vez nos hemos referido a la educación en una crítica que posiblemente no tenga nada que ver con educación.

¿Qué es educación? Nada, o todo.

En líneas generales, desde el saber vulgar educación tiene dos significados bastante inexactos: portarse bien y saber mucho de algo. El primero refiere a la educación en casa y el segundo, al sistema educativo.


El primer término, en muchos casos se relaciona con la educación cívica. Cuando un tipo estaciona en la rampa para discapacitados, cuando se te cuelan en la cola de la despensa, cuando escriben con aerosol la puerta de una escuela, cuando pasan en rojo, cuando tiran la basura en cualquier lado, cuando no piden por favor, perdón o gracias, son mal educados. Mal educados en casa.

Aunque hay alguna referencia a una inmovilidad estatal (relacionada generalmente con la capacidad represiva del Estado), la crítica suele ir a la casa.

Lo curioso es que de esta forma se desvirtúa un fenómeno social. Una situación que amerita expresiones como “en este PAÍS falta educación” o “no los educan en sus casas” implica una situación general, que atañe a un número importante de personas. Por lo tanto, el problema no parte tanto de una casa o de cien casas que educan mal a los chicos, sino que refleja una realidad social: que se maneja como el tuje, que no se considera al otro bajo ninguna circunstancia, etc (permiso para ponerse ideológico, a full).

Esta expresión también refleja una opinión social: “ellos”. El sujeto que opina se excluye del problema. Si a este país le falta educación, no me falta a mí, le falta a los otros bestias.

El segundo significado tiene que ver con el sistema educativo. Suele presentarse como reacción a una noticia (pruebas PISA, rankings de universidades, etc) o ante la incapacidad de un profesional, por citar dos ejemplos.

Aunque parta de un hecho social, porque el sistema educativo corta transversalmente a la sociedad, esta expresión también se refiere a hechos individuales. Un médico que extirpó un bazo en vez de un brazo (chiste de la Condorito), un par de colegiales que se pusieron a coger en una plaza, alguna otra conducta adolescente que los adultos asumimos como corrupta, la calidad de los maestros, etc.

En estos casos, la crítica suele estar asociada a la nostalgia. Se utiliza al sistema educativo, o su presunta decadencia, como excusa para pronunciar el viejo y peludo antes no pasaba. La visión apocalíptica de que el mundo se va a la mierda porque nosotros nos vamos acercando a la muerte.


Entonces, la verdad de la milanesa sería la siguiente: “cuando yo era joven y soñaba que podía ser lo que se me cantaba el culo y en esa época me asustaba como loco pero después de viejo me puso triste porque no logré ni un poquito chiquitito así de las pelotudeces que soñaba, cuando yo era así de joven todo era mucho mejor que ahora que los pendejos están perdidos con los teléfonos y el sexo por todos lados y la violencia que te matan en la esquina y que ganas de tener treinta o veinte o quince años menos, carajo”...

... y así, queridos alumnos, demostramos que nuestras reflexiones son lo que nos pasa y nuestro análisis, un estado de ánimo

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