Pascualregresa a su barrio, luego de quince años de exilio en la ciudad deLima. ¿Por qué se escapó del país en los años ´90?
Curiosamente, nadie lo espera en el aeropuerto. Una razón lo
devuelve a Córdoba: recuperar lo perdido. Las plazas, el club, la
primera novia, los viejos amigos. El paso implacable de los años ha
borrado huellas en su querido barrio, General Paz. Aquel de calles
anchas, bares tradicionales, viviendas amplias y luminosas, quioscos
copados de adolescentes, ya no existe. Hoy está lleno de edificios
con impuestos altos, tiendas de ropa de marca, inmobiliarias y
locales gastronómicos. Hay un poder descriptivo asombrosamente
detallista en cada escenario de la novela. Aquel que sólo conservan
los exiliados, aquellos que extrañan cada retazo. Tranquilamente
quien la lea, aún sin pisar la ciudad de Córdoba, puede
representársela en su cabeza. La ciudad, más allá del cemento, es
historia en carne y hueso. No queda tiempo para lamentos en la vida
de Pascual. Debe buscar de inmediato a sus afectos. Recomponer las
relaciones que, al partir, dejó atrás. En este contexto, se
producen encuentros intensos -intercambios crudos de reproches y
consejos y advertencias-, en mesas de café y puchos aplastados.
Pascual intenta darle un nuevo giro a los hechos que lo alejaron de
su lugar, repentinamente, un día. Hallar explicaciones, perdones,
Mea culpas, abrazos, soluciones. Las páginas encierran un suspenso
narcótico hasta el final. No tiene mucho que perder, y lo sabe,
Pascual. Si algo sale mal, si acaso el entorno le niega una
oportunidad, trae en su maleta un plan B: boleto de avión ida y
vuelta, sin fecha fija, en la compañía aérea Lan.
César dijo: no me digas que la pelota pasó a un metro del palo, porque lo estoy viendo... ¡son cronistas de lo obvio estos tipos!
jueves, 31 de mayo de 2012
viernes, 25 de mayo de 2012
Misticismo tarantinesco
Pulp Fiction fue la película más
celebrada de Quentin Tarantino. El modo en que el director construyó
el relato, la originalidad de los diálogos y la violencia mezclada
con humor permitieron a Pulp Fiction ganar una innumerable cantidad
de premios internacionales y el sincero reconocimiento del público.
Sin embargo, oculto detrás de sus
laureles, el film tiene un mensaje curioso que puede ser leído de
modos contradictorios, demostrando que las obras de artes están
abiertas a tantas conclusiones pelotudas, como pelotudos las miramos
o las escuchamos. Pero, aún así, analizar los mensajes de una obra
de arte no deja de ser divertido. Y si por algún motivo al autor
llegara a molestarle, que se cague. Si pretende que no se saquen
conclusiones de su obra, que no la haga pública.
martes, 15 de mayo de 2012
Inversiones, pollos, Eco, y la madre que me parió
La noción de bien y mal es subjetiva.
Cada uno de nosotros tiene una escala de valores, base para medir qué
es lo bueno y qué es lo malo. Las distorsiones se producen cuando
uno hace, a propósito, algo que está en el apartado del malo de su
escala de valores.
En una persona, esas distorsiones
pueden inducir a un delito grave o a una simple contradicción menor
(condenamos con todas nuestras fuerzas la generación de riqueza y
las consecuencias del capitalismo y usamos Nike Air Max), pero en un
medio puede conducir a la incoherencia, ¡oh pecado maldito!
El diario La Nación, que desde su
exasperante oposición al gobierno hizo de la incoherencia una
bandera (quizá como lo hizo Página desde su exasperante apoyo), se
empeña en encontrar mierda donde hay rosas, y tirar mucho perfume en donde acaban de cagar.
miércoles, 9 de mayo de 2012
"Muger" varonil
El tango miente “lloró como una
mujer”; los hombres también
lloran. Y el viejo cronista católico también miente: “peleó
como un hombre”; las mujeres
también pelean.
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