lunes, 22 de enero de 2018

UTOPÍAS: Meritocracia y Equidad

La utopía es un concepto menospreciado. Los que se creen más sensatos, la asocian con la locura, con el impulso de los ilusos y los ingenuos. Los románticos la relacionan con el destino de los héroes trágicos, aquellos que la persiguen aún sabiendo que es un imposible.


Sin embargo, la utopía es mucho más que pretensiones poéticas o críticas planas, es el yunque sobre el que se forja el carácter; el motor que empuja al progreso y a la superación; la luz al final del camino.

Y en ese sentido, desde su reivindicación, el análisis de la utopía es, más que interesante, necesario.

La utopía no es una utopía en sí misma, sino que es el envase que contiene a un ideal supuestamente inalcanzable. Por lo tanto, al tratarse de un ideal sobre algo, la utopía es reveladora del pensamiento de su portador. Si la utopía de un guaso es la alquimia, convertir cualquier metal en oro, entonces sabemos que a ese tipo le encanta la plata y su anhelo es ser la persona más rica del mundo.

En los últimos tiempos, y en la arena política, dos utopías resaltaron sobre el resto: la meritocracia y la equidad. La meritocracia persigue un sistema que premie al mérito individual, en una carrera justa y sin ventajas. La equidad busca transformar al capitalismo en un sistema redistributivo, que elimine las diferencias y equipare a los ciudadanos.

Ambos términos dicen muchísimo de quienes los eligen como sus utopías porque revelan concepciones del mundo y de la sociedad.

Si la meritocracia plantea un sistema basado en el mérito, entonces es una utopía individual, que premia a la persona que hace más méritos que los demás, en una evidente competencia entre individuos.

La equidad, mientras tanto, es una meta colectiva. Es el anhelo de que todas las personas tengan igualdad ante la ley, igualdad de oportunidades, igualdad de acceso a recursos, etc.

Ambos son productos capitalistas, son conceptos que buscan resolver las deficiencias sociales e individuales que provoca el capitalismo.


En la siguiente entrega: caracterizaciones un poco más profundas sobre Meritocracia y Equidad.    

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