lunes, 5 de agosto de 2013

Los Increíbles: donde los malos son buenos y los buenos son malos

La película Los Increíbles fue uno de los mejores exponentes de la sociedad Disney – Pixar, que tuvo como corolario dos Oscars, a la mejor película de animación y a la mejor edición de sonido, y una taquilla más que interesante.
Los Increíbles contó además con la particularidad de ser la primera película de animación por computadora con un reparto exclusivamente de humanos. No hubo juguetes, ni animales antropomorfizados, sólo humanos.
Pero tuvo otra particularidad, su mensaje. Como en tantos otros casos de la empresa del ratón Mickey, la moraleja de Los Increíbles es, por lo menos, cuestionable. Es una película en la que los malos son buenos, y los buenos son malos.

La acción comienza en los años dorados de los superhéroes, en una época en la que para impartir justicia había que tener superpoderes. Sólo el día de su casamiento, Mr. Increíble salva a un suicida, a una vieja que se había subido a un árbol para rescatar a su gatito, evita que un tren de pasajeros se destruya y detiene a un automóvil lleno de maleantes.
El problema fue que en ese periplo, varios terminaron lesionados, y decidieron acudir al sistema legal para demandar al héroe, provocando una reacción en cadena que terminará con la abolición de los superhéroes.
Unos años después, Mr. Increíble es un gordo de mediana edad que tiene un trabajo de mierda y está cansado de su esposa y sus tres hijos. El tipo se siente un fracasado y extraña aquellos años de adulación masiva, cuando el mundo le agradecía que sostuviera la balanza de la Justicia en sus poderosas manos.
En lo peor de su vida, cuando lo despiden del trabajo, una extraña invitación le permite recuperar aquellos años dorados. Pero todo es una trampa de Síndrome, un desquiciado que cuando niño quiso transformarse en el compañero de Mr. Increíble, pero recibió el desprecio del héroe.
El plan maléfico de Síndrome es demostrar que cualquiera puede ser un héroe. Planea fraguar un ataque en una ciudad parecida a Nueva York con un robot que él mismo construyó -porque es brillante-, y derrotarlo delante de todo el público con sus artilugios mecánicos y electrónicos. Después, entregaría esa tecnología a la población, demostrando que “cualquiera puede ser un héroe”.
El plan, por supuesto, resulta mal. El robot se revela, derrota a Síndrome y aterroriza a la ciudad. Los héroes, en el ostracismo por las acciones civiles de los ciudadanos, vuelven a la escena y con sus superpoderes acaban con el robot y recuperan la gloria perdida, dejando en claro que no cualquiera puede pelear contra el mal.
El primer dato relevante es una coincidencia de la mayoría de las películas de acción o cómics estadounidenses: los malos son inteligentes, y los buenos son más estúpidos, pero hombres de acción. Entonces, cuidado con la inteligencia, que es mala, no lo olviden, chicos.
Pero, además, es notable el mensaje de maldad de Síndrome. El supervillano sólo quiere demostrar que no hacen falta poderes sobrenaturales para luchar por el bien y la justicia. Sólo hacen falta decisión e inteligencia.
La película, por supuesto, lo muestra como a un trastornado que quiere destruir la Tierra y a los héroes, y hace hincapié en los medios que utiliza Síndrome para imponer su teoría. El villano es cruel y maquiavélico, es decir, no le importan los medios siempre y cuando cumpla con su fin. Eso lo hace un villano, y está bien. Pero su postulado inicial, el de lograr que todo el mundo tenga la posibilidad de ser un héroe, no tiene nada de malo, aunque sea demonizado por la película.
El mensaje de los ganadores, por el contrario, es nefasto: sólo aquellos con superpoderes podrán ser superhéroes. Pero más aberrante es la adquisición de los superpoderes. Los hijos de Mr. Increíble y Elastigirl tienen cada uno una característica sobrenatural.
Es decir, los poderes no se ganan por méritos (que sería, al menos, un aliciente), sino por herencia. Sólo podrán ser héroes aquellos que por herencia recibieron superpoderes. Si no estás en esa élite, macho, retirate, porque no tenés ninguna posibilidad de lograr un acto heroico. Y si tenés algún problema, gritá fuerte para que Mr. Increíble y su familia vengan a rescatarte.
La teoría se afirma en una escena en la que Elastigirl, la madre, recuerda a su hija, una adolescente acomplejada con el poder de hacerse invisible y crear campos de fuerza, que ante el peligro sabrá qué hacer porque lo lleva en la sangre.
De este modo, la sociedad en la que viven Los Increíbles y los demás héroes es una sociedad estratificada, en la que unos nacen para ser héroes, y otros para ser rescatados. El fracaso de Síndrome demuestra que no hay manera posible de romper esa lógica, y que todos aquellos que intenten hacerlo serán unos villanos desalmados.
Pero hay más, la época de ostracismo de los héroes es una era oscura y violenta. La acción cívica de los ciudadanos de quejarse por la brutalidad de los héroes terminó en un rotundo fracaso. La sociedad no puede vivir sin un grupo de pastores alemanes que controlen el rebaño. Ni siquiera sabrá usar las instituciones democráticas, el abuso del sistema judicial contra los héroes lo deja bien en claro.

La película, ágil, graciosa, divertida, llena de acción y de gags, esconde un mensaje bastante perturbador: sólo serás héroe si naciste para serlo. 

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Umhh no creo que tenga nada de perturbador el mensaje de que solo eres un heroe si naciste para serlo, es decir alguien como batman que no tiene poderes nacio para ser heroe y eso no tiene nada de malo.

Anónimo dijo...

Batman no nació para ser un héroe, se hizo héroe. Según Los Increíbles, Batman no podría ser un héroe.

Anónimo dijo...

Algo que te olvidaste es que sindrome se enojo con mr increible porque lo rechazo como compañero diciendole que trabaja solo. No le dijo que lo rechazaba porque no queria poner en peligro la vida de un niño. Y lo peor es que para vencerlo trabajo con su maldita familia y el negrata helado (conocido como frozono). En pocas palabras, a la mierda su "A volar buddy! Hago esto solo". Por eso a mi me gusta ser villano y no heroe.

Anónimo dijo...

A bueno pero se te olvida que Síndrome mato con su robot ala mayoría de los súper héroes los cuales fueron marginados por que ya no los nesecitavan y síndrome planeaba ser el héroe asta que se aburriera

Anónimo dijo...

Por eso sindrome es genial <3. Como negan o el gobernador de the walking dead <3