Sube las escaleras con algo de
incomodidad. Ese bar no tiene mozos, es autoservicio. Tiene un vaso
descartable con algún capuchino sabor a mentas de marte en la
mano derecha; del hombro opuesto le cuelga un bolso negro y cuadrado.
César dijo: no me digas que la pelota pasó a un metro del palo, porque lo estoy viendo... ¡son cronistas de lo obvio estos tipos!
martes, 9 de abril de 2013
Te robaron el domingo
Los domingos por la mañana se sentaba
en la galería trasera de la Venezia, protegida de las inclemencias
del tiempo con un naylon en el lateral abierto, con una
religiosidad admirable.
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