
En 1980 Ronald Reagan ganaba las elecciones en Estados Unidos sobre Jimmy Carter y confirmaba que a los norteamericanos les encantan los héroes. A este antiguo miembro del Partido Demócrata, que se cambió de filas por su férreo anticomunismo, sólo le faltaba una cartuchera, el cinturón lleno de balas y el sombrero ladeado. Porque así lo veían quienes lo votaron. Un héroe del cine que era capaz de cuidarlos del, siempre volvemos a lo mismo, enemigo externo. De hecho, consiguió su cometido, porque para muchos analistas Reagan fue uno de los principales artífices de la caída de la Unión Soviética. Pero su gestión no se valió solamente de la estirpe de héroe, pues también tuvo un sólido éxito económico. De allí que luego de ocho años en el poder se retirase con mejores índices de popularidad que cuando arribó por primera vez a la Casa Blanca.El paso de Reagan por la presidencia no sólo fue uno de los más exitosos en la historia republicana, sino que dejó una enseñanza que el hoy partido gobernante se apresta a repetir: el pueblo ama a los héroes. En efecto, casi 20 años después de la salida de Reagan, el Partido Republicano vive una de sus peores crisis. Con un presidente con la aprobación por el suelo, diversas corrientes internas que amenazan su unidad y la posibilidad concreta de sufrir una paliza histórica en las elecciones del año que viene, el oficialismo se plantea cada vez con más fuerza volver a las fuentes. Es decir, apelar a una figura pública fuerte para recuperar el terreno perdido. Y esa figura es Fred Thompson, un actor históricamente secundario pero muy reconocido en Estados Unidos. Inclusive, los jefes de campaña demócratas ya se están preparando para enfrentar a Thompson, quien fuera senador por Tennessee entre 1994 y 2003, pero fundamentalmente es conocido por su trabajo como actor, hoy en la popular serie La ley y el orden. Además, su rol como actor es asociado al poder, a tal punto que The New York Times escribió que "cuando los directores de Hollywood necesitan a alguien que pueda personificar al poder del gobierno, suelen llamarlo a él". Aunque falta mucho para definir a los candidatos, la campaña presidencial ya se ha lanzado. Desde el Partido Demócrata sobresalen Hillary Clinton y Barack Obama como las figuras más fuertes, pero desde el Republicano no hay nadie en concreto que pueda presentarse en las elecciones, salvo el senador John McCain, quien sin embargo representa al ala más progresista del oficialismo. Thompson, por su parte, intentará presentarse como la reencarnación de Ronald "The Gipper" Reagan. Si es necesario, con cartucheras, cinturón lleno de balas, sombrero ladeado y todo.
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