martes, 16 de febrero de 2016

Metegol: el malo y la princesa






La dinámica cinematográfica con los chicos se basa en la repetición. Una y otra y otra y otra vez la misma película, hasta capturar cada escena; hasta cerrar los ojos y adivinar los diálogos. Tantas veces que hartazgo es un adjetivo fútil, debería haber uno que signifique mucho más hartazgo que hartazgo.
No obstante, esa dinámica permite entender o deducir algunos aspectos de las películas que, en el modo verla una vez y cazar alguna escena en el cable cuando no hay otra cosa, sería imposible.