martes, 5 de noviembre de 2013

Si es espionaje, es ilegal

El caso Snowden aportó pruebas para revelar un secreto a voces (no tan secreto): que los países se espían entre sí. Y que en esa mecánica hipócrita, en la que dos líderes se abrazan ante las cámaras mientras sus espías están revisando los basureros, reina la lógica económica: el que más tiene, Estados Unidos, es el que más gasta en averiguar los secretillos de los demás.