miércoles, 31 de agosto de 2011

Respuesta urgente a la locura ciega y vengativa

Corrado Gini fue un tano que ideó una fórmula matemática para medir la desigualdad en el mundo. Con admirable originalidad, el cálculo se llama Coeficiente de Gini, y es vital para extraer datos fundamentales sobre la distribución del ingreso y sus consecuencias.
El lamentable episodio ocurrido con la menor, generó una nueva ola fascistoide, bajo el reclamo de “más seguridad”. Obtusos, pobres, entienden que la única forma de reducir los índices delictivos es mediante la mano dura, al tipo “el que mata muere”, de la prócer Susana Giménez, encontrando argumentos vengativos y del tipo “si yo estuviera en el lugar de esa madre...”. Obvio, cualquiera en el lugar de esa madre pediría las pelotas de los asesinos adentro de un saquito de té para que ellos mismos se lo tomen mientras le rompen el culo con una escopeta.
Pero la Justicia no se rige por la venganza, y está largamente comprobado que la violencia no se reduce con más violencia, sino con Justicia. Justicia no sólo en el sentido estricto del poder judicial, sino en todos los órdenes de la vida. Porque el acceso a los servicios básicos, la educación, la vivienda digna, un sistema de salud, y los miles de etcéteras que se les ocurran forma parte del concepto de justicia. Se llama Justicia Social, un concepto evitado con crueldad por los paladines de la lucha contra la inseguridad, que se refieren a la inseguridad unidireccionalmente: el pobre que le roba al rico.
Curiosamente, unos de los índices para medir de mejor modo la Justicia Social es el Coeficiente de Gini, porque mide la distribución del ingreso (también puede medir la distribución de la riqueza). Es cierto que el ingreso no es el único indicador, ni el más importante, pero en el mundo capitalista en el que vivimos, una distribución equitativa del ingreso implica una mayor igualdad social que si sucediera lo contrario. No en vano los países de mejor distribución tienen mejores índices de desarrollo humano, y los países de peor distribución sufren los índices más bajos.
Pero la distribución también afecta al índice delictivo. Y el índice de Gini (el coeficiente mide entre el 0 y el 1, el índice multiplica esas cifras por cien y las transforma en porcentajes) lo demuestra.
Lejos de las proclamas patéticas y los envalentonados que prometen asesinato pero temen a una mosca, y de los pelotudos que critican porque escuchan y piden sangre porque no les da la cabeza para otra cosa y compran discursos patéticos porque son pelotudos, va la demostración empírica, y muy humilde por cierto.
En el siguiente link se encuentra una tabla del Índice de Gini. Y en este otro, el estudio mundial de la inseguridad de la organización Vision Humanity, que realiza un ranking de países mediante un concepto global de inseguridad: desde los conflictos armados, hasta el crimen organizado, pasando por la tasa de homicidios y hasta el “peligro de un ataque terrorista”.
Sorprendentemente (no tanto, en realidad), los países con un menor Índice de Gini (más cercano a cero es mejor) se encuentran en la cima de los países más pacíficos del mundo. Y viceversa, por supuesto.

martes, 30 de agosto de 2011

Flaco, la culpa es tuya


Seguramente la necesitabas. Querías ver un video, navegar por alguna red social, abrir una página porno, imprimir algo, trabajar, jugar a un juego... en fin, las computadoras hoy en día tienen tantos usos que mencionarlos a todos sería tedioso. El punto es que, no importa el motivo, necesitabas la computadora, pero la muy turra no arranca. Ni siquiera amaga.

martes, 9 de agosto de 2011

Revista digital

Son días de cambio; de nervios internos, pero relajación externa; de reflexionar sobre las verdades del mundo, y mentirse a uno mismo. Son épocas en las que estaría bueno tener mucha plata y salir en la revista Caras para "encontrarse a uno mismo", como dicen los famosos cuando viajan a lugares paradisíacos para estar al pedo.
Pero nosotros, los simples mortales, cuando estamos al pedo nos quedamos en casa, y compramos una Coca con culpa y, ya que estamos, nos mandamos una revista digital. Que más que revista, es un pasquín, o apenas un folleto. ¡Qué sé yo!
En fin, pasen y vean. Acá está el link.