
Contradictorio en sí misma, en su propia génesis, el conflicto reciente entre el campo y el gobierno nacional desnudó como nunca el “ser argentino”. Si no, basta con observar los actos de hoy, fundamentalmente el organizado por las cuatro entidades agrarias, y Cargill, y Monsanto, y un nuevo etcétera. No, no estoy a favor del Gobierno, pero apoyar a estos tipos… ¡vamos!
Más allá de mi opinión, el multitudinario acto realizado en la plaza de los Españoles dejó perlitas imperdibles. Por ejemplo, la presencia de Elisa Carrió, otrora dirigente de centroizquierda, vitoreando a la Sociedad Rural. O el propio Castells, líder pretenciosamente independiente del movimiento piquetero. El mismo que se puso a vender churros en Recoleta, hoy se paró al lado de las viejas paquetas que lo degradaban aquella tarde. Ni qué hablar de Chiche Duhalde, cuyo marido inventó el monstruo Kirchner, o De la Sota, ferviente seguidor de la ola K cuando era gobernador. Es decir, cuando necesitaba la plata. La lista sigue eternamente, porque lo observado en la plaza de los Españoles fue un cambalache digno del tango de Discépolo.
Sin embargo, la imagen de arriba revela a la Argentina en todo su esplendor. Creo que pocas veces se observaron figuras tan opuestas en su propia génesis como las que se ve en la foto, juntas. Porque delante de las banderitas, entre los patriotas de Barrio Norte y Miguens, líder de la Sociedad Rural, acaso la expresión máxima del oligarquismo en el país, se hallaban numerosas banderas rojas.
¿Quiénes eran?, nos preguntábamos en el diario porque el color rojo llama la atención en una movilización a favor del capitalismo más puro. “No me digas que… ¡sí!, son los del MST!” gritó alguno incrédulo. Y sí, eran del MST. El Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST), que propone en su página “una nueva izquierda” llevó a sus fieles seguidores al acto a favor del campo. Estoicas, flameantes y bien rojas, las banderas del partido socialista ondeaban orgullosas entre las viejas paquetas, De la Sota, Chiche Duhalde, Castells, De Angeli y Miguens, entre otros personajes del neoliberalismo.
Entonces, ¿esa es la nueva izquierda? No gracias.
¡Después preguntan por qué uno es escéptico!